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Yefferson Llonto Y Brenda Vallejo / Cambio de constitución (1 de 2)

Es necesario el cambio de constitución para la economía peruana: Miremos el caso chileno.


Abordar el tema del cambio de constitución conlleva a mirar la reciente experiencia del gobierno de Chile con Gustavo Petro de poner a consulta el cambio de constitución por la lucha de derechos sociales que origino el rechazo de la ciudadanía Chilena con un 62% que rechaza la propuesta de una nueva constitución que en el esquema paralelo de la economía peruana ha conllevado a preguntarse es necesario el cambio de constitución para una real transformación de la estructura productiva de la economía peruana y llevarnos hacia una competitividad que permita el verdadero chorreo económico hacia el cierre de las brechas sociales.


Después de los años ochenta tras las reformas sobre las bases del modelo económico peruano que conlleva a dar un giro a los ejes de la macroeconomía peruana con la constitución de 1990 que permitieron sentar las bases de crecimiento de los últimos 30 años y hasta ahora a funcionario la política monetaria para lograr posicionar al país como atractivo a la inversión privada, la apertura comercial conllevo a una libre competencia y conectarse al mercado internacional logro enrumbarnos a un nuevo enfoque de política económica y sobre el modelo social de la economía peruana.


Para el caso chileno con la constitución de 1980 enrumba un nuevo modelo económico símil al caso peruano donde les permitió acelerar su crecimiento de su producto bruto interno de 3.5% en el periodo 1961-1980 a 4.7% en 1981-2000, logrando reducir sustancialmente las tasas de pobreza antes de la crisis sanitaria de la COVID-19; siendo incluso Chile que logro reducir de manera más acelerada sus tasas de pobreza evidenciado según el Banco Mundial en el año 2019 solo el 1% de la población de Chile tenia ingresos por debajo de US$3.2 por día; mientras Perú el 8% de la población alcanzaba el umbral de ingresos por día.


D’Medina (2012) (1)afirma que las tres décadas perdidas peruanas en los años 1960 al 1980 se logró romper con el cambio de paradigma en el modelo económico en los años 1990 a partir de gestar el cambio sobre el agente principal del crecimiento económico para incentivar a la inversión privada y al mercado internacional y reduciendo la participación estatal en la economía, que permitió avanzar en la segunda década del siglo XXI.


En la actual escenario con la mayor crisis global con la pandemia del COVID-19, donde la economía peruana del capitalismo para algunos políticos los supuestos del modelo neoliberal, donde prima la privado sobre lo público habría tocado fondo el cambio de paradigma de los años 1990, tras la caída del producto bruto interno (PBI) en 11,1%, siendo su mayor caída en el segundo trimestre, explicado por las medidas restrictivas que contrajo la inversión privada (-16,5%), inversión pública (-17,7%), consumo privado (-8,7%) y las exportaciones (-20%), producto del efecto pandemia.


Desnudando de esta forma las brechas sociales que se convierte en el factor crítico del modelo económico peruano por las deficientes reformas estructurales en términos de salud, educación, informalidad, mercado laboral, tributario, justicia, gestión pública, política, salud; entre otras brechas más marcadas con la Pandemia del COVID 19 que no han permitido alcanzar la producción potencial de la economía peruana a través de la productividad total de los factores, necesitando que los candidatos presidenciales pongan en su agenda de gobierno el uso de las denominadas “reformas de cuarta generación” siendo las nuevas estrategias que requieren los países de América Latina y El Caribe.



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